La aparición de un submarino frente a las costas de España de procedencia colombiana termina con los supuestos de que sólo se trataba de una leyenda y se convierte en una peligrosa realidad.
El 24 de noviembre pasado aparece y es capturado un narcosubmarino en aguas de la provincia de Galicia, con un transporte de tres toneladas de cocaína y con ello, a sus tres tripulantes uno español y los otros ecuatorianos. El español pudo darse a la fuga.
La procedencia de la droga era colombiana, confirmando así algo que hasta ahora era una leyenda entre agentes antinarcóticos españoles, el uso de estos artefactos por los carteles suramericanos para llevar la cocaína a las costas europeas.
La nave llevaba 20 días de viaje y usó la denominada ruta Cabo Verde: Zarpó de la Guayana francesa – donde este tipo de narcosubmarinos son fabricados por ingenieros rusos– pasó a la altura de Cabo Verde y después costeó Portugal hasta la ría de Aldán en España.
El submarino tenía cerca de 20 metros de longitud y 2.000 cv de potencia. Su carga, 3.000 kilogramos de cocaína, está avaluada en unos 100 millones de Euros. Para interceptarlo las autoridades españolas recibieron un “soplo” el cual les indicó el lugar donde se haría el descargo de la droga. Sin embargo, los tripulantes al parecer advertidos, trataron de hundir el submarino antes de hacer la entrega y darse a la fuga para no ser capturados.
El operativo, que parece sacado de un capítulo de la serie Narcos, corresponde a la primera incautación de este tipo de embarcaciones en Europa. Sin embargo, las autoridades españolas ya habían tenido reportes de su uso por parte de narcotraficantes capturados en el pasado, que en versiones no comprobadas hasta ahora, afirmaron que los carteles colombianos y gallegos tenían conexiones que les permitían transportar la droga por medio de estas naves de un solo uso.
“Llevábamos años oyendo hablar de este tipo de transportes, nos lo habían contado los americanos y algunos narcos detenidos en operaciones antes de 2010, que luego se desdecían, pero nunca los habíamos visto”, le dijo un agente de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía española al diario ABC.
En Colombia el uso de los nacosubmarinos no es nuevo, por el contrario, comenzó a ser implementado a finales de la década del 90 como forma de transporte de grandes cantidades de droga, en especial por las costa del pacífico, hacia Centroamérica e incluso los Estados Unidos.
Estas naves son conocidas como Big Foot sub, su tamaño suele rondar los 20 metros, como el encontrado en Galicia, y su potencia ronda los 350 caballos de fuerza. Pueden alcanzar hasta los 23 kilómetros por hora y cargar hasta 10 toneladas. Su casco suele ser de fibra de vidirio, pero se han reportado casos, como el de un submarino de 32 metros descubierto en el 2000 por la policía colombiana, del uso de cascos metálicos que les permiten sumergirse hasta 100 metros sin dificultad.
La regularidad de su uso responde a lo complejo que es detectarlos ya que cuando están sumergidos se camuflan con facilidad ante los infrarrojos de las guardias costeras. Además, estas naves son piloteadas por medio de GPS lo que les ayuda a mantener su curso, sin embargo, las condiciones para sus tripulantes son infrahumanas, y se han producido muertes en estos viajes.
Así lo contó a la cadena Univisión un ex tripulante colombiano de unas de estas naves que fue atrapado por la naval estadounidense y condenado a 27 años de prisión. Dijo que en los narcosubmarinos apenas se puede respirar pero que es muy riesgoso salir a la superficie porque pueden ser identificados. Contó además que uno de sus hermanos murió en un viaje por un paro cardíaco producto de la presión marítima y el calor.
19 narcosubmarinos en 2019
Una de las conclusiones relevantes del descubrimiento del narcosubmarino de Galicia es que rompe la tendencia del uso de estas embarcaciones por parte de los carteles del narcotráfico y demás grupos armados colombianos que hasta ahora se habían concentrado casi que exclusivamente en la región del pacífico y la salida marítima a Centroamérica y Estados Unidos.
La captura más mediática se produjo en julio de este año, cuando la Guardia Costera de los Estados Unidos se detuvo junto a un narcosumarino en pleno Pacífico este y uno de sus tripulantes salto a cubierta golpeando la escotilla hasta abrirla. En su interior había 10 toneladas de cocaína avalados en más de 300 millones de dólares.
De acuerdo con el portal Insigth Crime, que hace seguimiento y monitoreo a la actividad de los grupos armados colombianos, en el 2019 se han incautado por las autoridades colombianas 19 de estos semisumergibles. Todos, sin excepción, en las costas del pacífico.
En Colombia, el mayor decomiso del que se tenga registro este año se produjo en septiembre, gracias a un operativo conjunto entre Estados unidos y Colombia. La nave fue incautada frente a la cosa de Tumaco, en el departamento de Nariño, con un cargamento de ocho toneladas de cocaína.
Aunque las autoridades colombianas no han podido establecer una designación de cada narcosubmarino incautado con un grupo criminal específico, hay fuertes indicios de que la nave descubierta en Tumaco pertenecía al Frente Oliver Sinisterra, la disidencia más fuerte de las FARC que opera en el departamento de Nariño y en la zona fronteriza con Ecuador.
Del Frente Ólvier Sinisterra, el cual vive actualmente una fuerte división en sus filas causando combates entre sus miembros que han desplazado a centenares de personas en la región, también hay reportes del uso de armamentos no convencionales como drones bomba para sus ataques a la fuerza pública.
Tumaco es el lugar de Colombia donde más se han interceptado e incautado narcosubmarinos. Solo en 2019, de acuerdo con Insight Crime, han sido siete. Cabe destacar que además de la presencia del Frente Oliver Sinisterra, en la región también coexisten otras disidencias de las FARC como las Guerrillas Unidas del Pacífico y grupos armados ilegales como el Clan del Golfo.
Otros lugares de Colombia donde se han incautado narcosubmarinos son: Buenaventura (Valle del Cauca), con dos incautaciones, tiene presencia de disidencias de FARC, ELN y Los Urabeños; Bajo Baudó (Chocó), donde hay ELN y Urabeños y se decomisó un narcosubmarino; Lopez Micay (Cauca), con dos incautaciones y presencia de disidencias de FARC; y Timbiriquí (Cauca), con tres incautaciones y presencia del ELN y las disidencias del Frente 29 y el Frente 60 de FARC.
Todo lo anterior hace más interesante el decomiso del narcosubmarino de Galicia, no solo porque confirma un antiguo rumor que ya había alcanzado el nivel de leyenda, sino porque demuestra el nivel de sofisticación al que ha llegado el uso de los narcosubmarinos, los cuales como en el caso del incautado en las costas españolas, ya empiezan a tener más metraje e incluso mejores comodidades para los tripulantes, haciéndolos más prácticos para viajes largos y transoceánicos. /Infobae