La hija del ex presidente Fujimori enfrentará en libertad la continuación de la investigación que le siguen dentro del caso de corrupción Lava Jato por presunto lavado de dinero en la financiación de sus campañas electorales
La líder opositora peruana Keiko Fujimori salió este viernes de prisión después de 13 meses detenida por el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht, tras el fallo del Tribunal Constitucional (TC) que declaró fundado un recurso judicial que buscaba su libertad.
“Para mí ha sido el evento más doloroso de mi vida”, declaró al cruzar el umbral de la prisión y abrazarse con su esposo, en presencia de un nutrido grupo de simpatizantes y periodistas.
Según el fallo del Triibunal Cponstitucional, la líder del partido Fuerza Popular deberá enfrentar en libertad las investigaciones contra ella.
El fiscal que lleva el caso contra Fujimori, José Domingo Pérez, comentó este viernes que la sentencia del TC es “contradictoria” e informó que el procurador del Poder Judicial pedirá su nulidad.
No obstante, el presidente del TC, Ernesto Blume, declaró que “la sentencia es cosa juzgada, es inamovible y hace carácter obligatorio”.
Keiko Fujimori, de 44 años, considerada como la persona más poderosa de Perú, fue enviada a prisión preventiva el 31 de octubre de 2018. La justicia la acusó entonces de haber obstruido las investigaciones de la fiscalía anticorrupción sobre los aportes millonarios que había recibido presuntamente de la constructora Odebrecht para su campaña.
En la puerta de la cárcel le esperaban su marido, el estadounidense Mark Vito, que 18 días atrás se había declarado en huelga de hambre para reclamar su liberación, acompañado de dirigentes del partido fujimorista Fuerza Popular y los centenares de seguidores que estallaron de alegría al verla en persona.
Los simpatizantes la recibieron con arengas de “Keiko Libertad” y “Keiko presidente”, en medio de gritos de euforia y aplausos.
La opositora fue liberada el mismo día en que su hija mayor, Kiara, cumple 12 años, según manifestó su esposo Mark Vito Villanella. /AFP y EFE