Un total de 2.7 millones de uruguayos están convocados para participar este domingo de la segunda vuelta electoral, que determinará el próximo presidente de Uruguay.
Tras la primera vuelta efectuada el pasado 27 de octubre, el candidato frenteamplista Daniel Martínez (62 años) y Luis Lacalle Pou (46 años) por el Partido Nacional y el respaldo de una coalición, se vuelven a enfrentar en las urnas. La votación se extenderá hasta las 19.30 horas (hora local) y a las 20.30 las encuestadoras darán a conocer los resultados de boca de urna.
Aunque en la primera vuelta Martínez le sacó casi 10 puntos de ventaja a Lacalle Pou, las últimas mediciones de opinión le dan ventaja al dirigente del Partido Nacional para superar el 50% de los votos y convertirse en el próximo presidente, poniendo fin a un ciclo de 15 años en el gobierno del Frente Amplio.
Los sondeos indican que hoy para los uruguayos el principal problema es el de la seguridad (se ha registrado en los últimos años un considerable aumento de rapiñas y asesinatos), mientras que la economía muestra un panorama sombrío. El desempleo se ubica en el 9,5%, una de las cifras más altas de los últimos años y el gobierno enfrenta un déficit de 4,9%, considerado insostenible.
El politólogo Adolfo Garcé dijo a canal 12 de Montevideo que “la derrota del Frente Amplio es inminente y se explica más por la gestión de la actual administración que por la campaña electoral”. Garcé destacó que mientras Lacalle Pou conformaba una coalición de partidos que lo apoyaran, Martínez solo tenía el respaldo de los militantes. “Vimos a Daniel Martínez quedándose solo durante la campaña del balotaje, no sé si fue una estrategia pero lo que hemos visto es que cada vez estaba más solo, una campaña cada vez más centrada en sí mismo”.
De confirmarse la derrota, tendría consecuencias dentro del Frente Amplio. Políticos y analistas coinciden que desde este lunes comenzaría “un pase de facturas” y que la carrera política de Daniel Martínez puede haber llegado a su fin. Desde la coalición de izquierda descartan que se vuelva a postular a la comuna de Montevideo en las elecciones de 2020, como era su deseo.
La coalición
Luis Lacalle Pou llega a la segunda vuelta con el apoyo de la casi totalidad de los partidos de la oposición. El dirigente nacionalista (hijo del ex presidente Luis Lacalle) logró en la primera vuelta el 28,6% de los votos, casi 10 puntos por debajo de su contrincante. En Uruguay se precisa la mitad más uno de los votos en primera vuelta para obtener la victoria.
Pero como se había anticipado, para el balotaje el joven dirigente logró sumar a los principales partidos de oposición. Partido Colorado, Cabildo Abierto, Partido Independiente y Partido de la Gente. Si se suman todos los votos de estos se llega al 53%.
La base de la campaña de Lacalle Pou es que se va hacia un gobierno de coalición, el cual tiene un programa único consensuado. En ese documento se recogieron las principales aspiraciones de los diferentes partidos y los técnicos que los representan trabajan ahora en una Ley de Urgencia de más de 300 artículos la cual será enviada al parlamento tras asumir el nuevo gobierno el 1 de marzo de 2020. Lo que se ha cuestionado por parte del Frente Amplio es que el contenido de esa ley aún no se conoce. Los dirigentes más allá de sus diferencias han reconocido que el objetivo final es terminar con el gobierno del Frente Amplio que está en el poder desde hace 15 años y gobernando con mayorías parlamentarias propias.
Los diputados y senadores se eligieron el pasado 27 de octubre (en la primera vuelta) y para tener mayoría parlamentaria Lacalle Pou deberá de contar con el apoyo de todos, ya que la fragmentación es la más grande en la historia del parlamento uruguayo. Solo con su socio natural (el Partido Colorado), el gobierno nacionalista no llega al 50%. Lo hace si se le suma Cabildo Abierto, un partido nacido este año y liderado por el ex comandante del Ejército, general Guido Manini Ríos.
En Diputados, el Partido Nacional tendrá desde el 15 de febrero 30 representantes, los colorados 13, Cabildo Abierto 11 y el partido Independiente y Partido de la Gente, uno cada uno. Son 56 en total en una cámara de 99 representantes. Cualquier ley que deba ser aprobada necesitará como mínimo, los votos nacionalistas, los colorados y los de Cabildo Abierto.
En todos los actos partidarios, Lacalle Pou siempre puso especial énfasis de que “se va a una nueva manera de gobernar”, ya que si dentro de la coalición no existe acuerdo entre sus principales socios, no hay gobierno. En la historia de Uruguay este caso nunca se había dado: o gobernaba el FA con su mayoría, o gobernaban blancos y colorados en coalición, pero nunca con un tercer invitado, en este caso Cabildo Abierto.
En el acto final del cierre de campaña, Lacalle Pou dijo que “esta es la coalición del pueblo”.
Durante el último mes una de las características principales de los actos de los partidos que respaldan al candidato del Partido Nacional fue la presencia de otras banderas partidarias además de las propias. /Infobae