La Corte Suprema de Perú dará a conocer este jueves su decisión de liberar o no a la líder opositora Keiko Fujimori, presa desde hace 10 meses por el escándalo Odebrecht, cuando se anuncie el voto de la jueza dirimente que se sumó al caso.
El fallo de la jueza Susana Castañeda puede ser decisivo para sumar los cuatro votos necesarios para un acuerdo, si es que ésta se manifiesta a favor de reducir a 18 meses la prisión preventiva de Fujimori.
El tribunal, conformado por cinco magistrados, ya descartó que la liberará y centró su discusión en la reducción de la prisión preventiva de 36 meses o en mantener la sanción mientras avanzan las investigaciones del caso.
La jueza se sumó hace un mes al tribunal que evalúa el caso para dirimir en la discordia en torno al recurso de casación (apelación) que presentó Fujimori en enero.
“No se ha tomado resolución”, dijo el presidente del tribunal Hugo Príncipe al concluir el nueve de agosto una audiencia previa.
Los jueces Hugo Príncipe, Jorge Castañeda y Zavina Chávez votaron por reducir de 36 a 18 meses el plazo de prisión preventiva de la dirigente de Fuerza Popular (derecha, populista). Los jueces Iván Sequeiros e Iris Pacheco votaron a favor de mantener la medida restrictiva de 36 meses.
Ningún magistrado se pronunció a favor de anular la prisión, como pedía la excandidata presidencial.
La defensa de Keiko Fujimori ya anunció su siguiente movida legal, en busca de poner fin a una detención que califica de arbitraria e ilegal. La casación cierra una cadena de apelaciones en el marco de la justicia peruana.
“Nosotros siempre vamos a agotar todas las vías. La [siguiente sería la] constitucional, apelar al Tribunal Constitucional” para lograr su libertad, reiteró la abogada Giulliana Loza.
– Problemas de salud y elecciones –
La audiencia del jueves ocurre cinco días después de que Keiko, de 44 años, sufriera un súbito problema coronario y de presión, que obligaron a someterla a exámenes cuyos resultados se desconocen públicamente.
“Keiko Fujimori ha tenido problemas de salud y ha requerido la atención de un médico cardiólogo”, señaló su partido Fuerza Popular en un comunicado.
La primogénita del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), también encarcelado, fue enviada por un juez a prisión preventiva el pasado 31 de octubre en el marco del escándalo de la constructora brasileña Odebrecht, que también salpica a cuatro exmandatarios peruanos.
Keiko, dos veces candidata presidencial, es investigada por la fiscalía por supuesto lavado de activos vinculado a aportes ilícitos de campaña de Odebrecht por un monto de 1,2 millones de dólares, y se encuentra recluida en una cárcel de mujeres de Chorrillos, al sur de Lima.
Cualquiera sea la decisión del tribunal, impactará en su futuro político mientras Perú debate una propuesta del presidente Martín Vizcarra de adelantar un año las elecciones para abril de 2020 a fin de superar “una crisis institucional” que causa recurrentes choques con el Congreso bajo control fujimorista.
Si el tribunal le reduce la condena a 18 meses, saldría libre en abril de 2020, el mismo mes en que el gobierno plantea realizar elecciones. Pero la ley le permite ser candidata desde prisión, si no existe condena.
Los sondeos muestran, sin embargo, que una amplía mayoría de peruanos le quitó su respaldo, tras haber sido la más popular entre los políticos de Perú y obtener casi el 50% de votos en los últimos dos comicios presidenciales (2011 y 2016).
El caso Odebrecht, su rechazo a las reformas anticorrupción de Vizcarra y las pugnas con su hermano menor Kenji (suspendido del Congreso) debilitaron al fujimorismo. Ahora solo conserva apoyo del 9% de los peruanos, según sondeo de Ipsos.
El escándalo Odebrecht también salpica a los expresidentes Kuczynski, Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Alan García (1985-1990 y 2006-2011), quien se suicidó en abril antes de ser detenido. /AP