La asociación de militares en situación de retiro llamada Frente Institucional Militar (FIM) le solicitó a Juan Gerardo Guaidó Márquez y a los diputados de la Asamblea Nacional que se “declare como acto de soberanía la ruptura de relaciones diplomáticas con la dictadura cubana, ordenando a su vez la retirada de sus tropas y milicianos que ocupan posiciones en las diferentes áreas estratégicas y el cese oficial de la ayuda material que está desangrando a nuestro país”.
El FIM lo preside el Vicealmirante Rafael Huizi Clavier. El Vicepresidente es el General de Brigada (Ej) Teodoro Díaz Zavala. El resto de la directiva la integra el Coronel (Ej) Rubén D. Bustillos Rávago como Secretario de Organización; los representantes de los componentes: por el Ejército el Cnel. Luis Enrique Sucre, por la Guardia Nacional el General de Brigada Simón Figuera Pérez, el de la Armada es el Capitán de Navío Pedro Betancourt y por la Aviación el Cnel. Ángel Rodríguez Campos.
El acuerdo lo firman 278 oficiales, entre ellos, además de la directiva, 101 oficiales del generalato y almirantazgo, así como 105 coroneles y capitanes de navío, siete tenientes coroneles, seis capitanes de fragata, dos capitanes de corbeta, siete mayores, ocho capitanes, siete tenientes de navío, dos capitanes, dos tenientes, tres tenientes de fragata, tres tenientes, un primer teniente y dos cabos.
Dicen que el FIM es un frente de opinión y están legitimados ante el país “a través de nuestras acciones y desempeño a lo largo de 19 años dedicados a defender la institucionalidad de la Fuerza Armada Nacional, nuestra independencia e integridad territorial y el estricto cumplimiento de la Constitución Nacional y leyes de la República”.
“En cumplimiento de nuestras obligaciones constitucionales, como miembros de la Fuerza Armada Nacional en las cuatro fuerzas que la integran según el artículo 328 de muestra Carta Magna, participamos activamente en la guerra armada ocurrida cuando fuerzas subversivas, adiestradas y financiadas por Fidel Castro Rus en búsqueda de beneficios políticos y económicos para Cuba, trataron de apoderarse de nuestro país, a sangre y fuego, desencadenando una lucha que causó ingentes pérdidas de vidas humanas y materiales, lo que no lograron porque los derrotamos militarmente evitando así que el Castro-Comunismo se implantara en Venezuela“.
En atención a esa guerra consideran pertinente que la Asamblea Nacional, “en la persona del Presidente encargado de la República, Juan Gerardo Guaidó Márquez, reconozca que en la década de los años 1960 1970 nuestra nación venezolana fue vilmente atacada por agentes subversivos contra el orden democrático, reforzados con invasores cubanos, y entrenados y financiados por la dictadura cubana, y que esa Guerra librada contra las fuerzas cubanas y sus cómplices nacionales, es la única librada en contra de un enemigo extranjero después de la guerra de independencia y en la que la Fuerza Armada Nacional resultó victoriosa”.
Recuerdan que en 1967 Venezuela presentó como evidencia, ante la Organización de Estados Americanos (OEA), los elementos capturados en el episodio denominado el “Desembarco de Machurucuto“, ocurrido el 8 de mayo de 1967. Eso fue cuando el régimen de Fidel Castro ordenó el desembarco de armas, guerrilleros y tropas cubanas, intentando reforzar uno de los frentes militares más importantes de su lucha armada, identificado como José Zamora que operaba en el cerro “El Bachiller”.
“Nuestra FAN capturó o dio de baja a casi todos los hombres traídos desde La Habana, ataque que fue probado ante la prensa internacional por el Gobierno de Venezuela mostrando a los dos soldados cubanos capturados, Manuel Gil Castellanos y Pedro Cabrera Torres, y aunque Cuba no reconoció su acción, mediante la investigación se comprobó que las subametralladoras AK 47, en posesión de los cubanos, poseían seriales de armas vendidas por la República Checa a Cuba”.
Destacan que como consecuencia de esa invasión, el Gobierno de Venezuela del entonces presidente Raúl Leoni, en 1967, rompió toda relación con Cuba que luego fue retomada en 1974.
En 2017, Héctor Pérez Marcano, uno de los ex guerrilleros venezolanos que participó en el desembarco de Machurucuto, afirmó que, aunque originalmente fueron los movimientos de izquierda venezolanos los que buscaron apoyo en La Habana, “en realidad ellos fueron utilizados como instrumentos, ‘peones’, de Fidel Castro”.
Critican que la dirigencia política de la era democrática no reconoció esa gesta militar como una victoria de la Fuerza Armada, “que ha debido sancionarse con la ruptura definitiva de relaciones con la dictadura castrista, con la intención de seguir manteniendo ocasiones de relación con esos invasores. Ese error despejó el camino hacia la tiranía y la crisis que actualmente afecta al pueblo venezolano“, sentencian.
Solicitan a la Asamblea Nacional que, aún cuando sería un reconocimiento extemporáneo, haga un reconocimiento a la Fuerza Armada “por la victoria obtenida en esa guerra librada contra las fuerzas invasoras cubanas y sus cómplices nacionales“.
Ese reconocimiento “está encuadrado dentro de los llamados del Presidente encargado, Juan Gerardo Guaidó Márquez, para golpear a la amoral y actual FANB y poner en evidencia, ante las filas subalternas, a los traidores que la dirigen bajo el auspicio de Cuba, Rusia y el terrorismo internacional“.
Consideran que podría aprovecharse ese mismo acto, para que la Asamblea Nacional declare, como acto de soberanía, la ruptura de relaciones diplomáticas con la dictadura cubana, “ordenando a su vez la retirada de sus tropas y milicianos que ocupan posiciones en las diferentes áreas estratégicas y el cese oficial de la ayuda material que está desangrando a nuestro país”. /Infobae