La Duma del Estado o Cámara de Diputados de Rusia estudia un proyecto de ley para garantizar la estabilidad del funcionamiento del segmento ruso de Internet y su desconexión de la red mundial en caso de situaciones de crisis o ataques cibernéticos contra el país.
La iniciativa, que cuenta con el respaldo del Gobierno, ha suscitado fuertes reticencias en los operadores de Internet, ya que la instalación de los equipos necesarios para el análisis del tráfico requieren ingentes inversiones, que para la grandes compañías pueden suponer decenas de millones de dólares.
Según sus autores, de aprobarse el proyecto se crea la posibilidad de “minimizar el flujo al extranjero de datos que intercambian los usuarios rusos”. Además, en caso de amenaza los operadores estarían obligados a garantizar la “gestión centralizada del tráfico”, es decir, su control por el Estado.
La iniciativa prevé la creación de una infraestructura que garantice el funcionamiento del segmento ruso de Internet en caso de que los operadores rusos no puedan conectarse con los servidores raíz extranjeros.
Según el senador Andréi Klishas, uno de los autores de proyecto de ley, de momento no es posible precisar una lista exhaustiva de las amenazas que podría llevar a Rusia a desconectarse de la red mundial de Internet. “La relación de estas amenazas puede conformarse mediante un test que llevarán a cabo órganos del Estado, operadores de comunicaciones y los propietarios de las redes tecnológicas”, dijo Klishas en declaraciones a la agencia oficial rusa RIA Nóvosti.
El presidente de la Unión de Empresarios e Industriales de Rusia (UEIR), Alexandr Shoshin, ha advertido que la puesta en práctica de la medidas que incluye el proyecto podría llevar al colapso de las redes de comunicación del país.